Detesto mi casa, el aire que se respira acá adentro y a mi familia, si es que a este conjunto de personas que poco le importa el prójimo se puede definir así. Pero ojo, después en los cumpleaños escriben cartas, hacen importantes regalos, y nos vamos todos juntos de viaje. Cuanta hipocresía me rodea. Lo que mas deseo en este momento es irme lejos, hace mucho lo estoy planeando, pero creo realmente que sólo encontrando mi yo interior voy a poder tragar con mas facilidad estos momentos amargos que se interponen en el camino.
Puede que con el tiempo me este volviendo mas agria, mas egoísta, menos simpática y poco cariñosa, pero a mi criterio las personas vamos experimentando diferentes maneras de ser. De pequeña solía emanar una sonrisa inmensa a quien se me cruzara. Mi vida se basaba en dar besos y abrazos, en dulzura, en repartir te quieros por todos lados.
Pero creo que son etapas que se cumplen y se terminan. Llega un punto en el que a todos se nos acaba el amor, la dulzura, incluso la paciencia.
Hubo un corte importante de inspiración.
Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu. 
 
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