Dosmildoce. Arrancó bien. Lejos de casa, como me gusta. Con mi familia, como tiene que ser. Un viaje increíble. Conocí lugares hermosos, y volví a otro que es mi segundo hogar. Welcome home! Mi lugar en el mundo, creo. La alegría que me transmite, la paz, las ganas de creer en un mundo mejor, sin violencia, ni maltrato, ni muertes en vano. Todo es felicidad en ese mundo.
Después la visita fugaz a Buenos Aires, a casa, fue perfecta. El tiempo necesario que tenía que estar. Vi gente que me gusto ver, y desarme y arme la valija en menos de 3 horas. Sí, otra vez me iba lejos de casa, esta vez no a tantos kilómetros. Además, me iba a mi hogar en el campo, en Miramar "Los Alamos"
Otro lugar que me transmite una paz inmensa, puedo ir mil veces y no cansarme.
Después estuve unos días en otra playa con amigas, y lo disfrute mucho, es una linda sensación estar lejos de casa, sin preocupaciones. Solo mar, amigas, burako y mate (aunque no tomo mate jajaj, estaba presente!)
Pero la hora de volver a casa llegó. Y como se hizo esperar.
Hice una pequeña locura, para volver antes, porque sentí que tenía que estar acá ese día. 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario